23/06/2020
La productora Serebroz lanzará una versión muy especial de “Cada vez somos menos”, una obra que estrenó originalmente hace cuatro años en La Teatrería y que ahora regresa por tiempo limitado en una grabación nueva -que no es teatro en línea- realizada desde el respectivo confinamiento de los creativos y actores en tiempos de pandemia.
El mundo ha terminado. El apocalipsis zombi ha llegado y ha arrasado con todo. Andrea, Carlos, Daniel y Cecilia son los únicos sobrevivientes. O al menos eso parece… Ahora, tendrán que comenzar una nueva vida siendo aquello que nunca quisieron ser pero aprendiendo a convivir con ellos, con sus pérdidas, con sus fantasmas y con todo lo que nunca pudieron lograr, aprovechando cada pequeño instante que los haga sentir vivos, como jugar juegos tontos o escribir un libro que nunca será publicado.
Ro Banda hace mancuerna en la dirección con Santiago Stephens, quien también protagoniza esta historia, para para traer al público una revisión de la historia escrita por Adriana Pelusi (El hubiera sí existe, Control Z) y que estará disponible de forma gratuita y por tiempo limitado en el canal de YouTube de Serebroz a partir del 26 de junio.
Recordando el contexto en el que el texto cobró vida originalmente, el director Ro Banda comparte: “En ese momento se prestaba muy bien para hablar de las personas que habían desaparecido y que estaban desapareciendo en esas fechas. Viendo un video del montaje, nos dimos cuenta que era muy actual en el sentido de cómo hablaban los personajes sobre sobrevivir, cómo estar confinados y cómo todo había sido causa de una mutación de una gripe aviar. ¡Es lo que estamos viviendo!”
“Nunca consideramos hacer una función en línea en Zoom o subir la obra completa. Santiago Stephens y yo trabajamos en algo que emulara una especie de video casero, como algo de cine B, y que correspondiera a esta digitalización forzada que hemos tenido por la pandemia, pero dándole una vuelta. Llamamos al elenco original y se integró Brenda de Arrigunaga”, agrega Banda.
Con el trabajo de dirección, creatividad y talento de los actores desde sus espacios, se buscó darle una nueva vida a la historia: “Esta forma de representar el texto corresponde a las herramientas que están presentes justo ahora. Estuvimos explorando durante unas dos semanas y haciendo pruebas de cómo quedarían los videos. Ensayamos y trabajamos las intenciones y comenzamos a grabar. Nos vimos durante una semana completa, entre unas 4 y 5 horas para grabar las 17 escenas, aprobarlas y mandarlas al editor. Además incluirá música nueva. Este proyecto se gestó en un momento oportuno, al sentirnos encerrados, aburridos y finalmente como sobrevivientes”.